¿Cómo estás?...¡Bien!

Esta fue la primera interacción que tuve con la terapeuta que hoy día es la "mujer de mi vida" psicológicamente hablando, tras esa ambigua respuesta por mi parte, vino un: ¿Qué es bien?, y ahí, justo en ese preciso instante todo mi mundo empezó a derrumbarse... Tranquil@s, que no empieza en esta publicación mi, según mi mente y mi madre, romantizada y drámatica autobiografía, pero si os diré una cosa, es muy necesario derrumbarse para... A lo que vamos, esta tarde y tras un dulce y reconfortante ratito de siesta, en ese espacio que dejo para mí, entre despertar y "producir", me ha golpeado en la azotea una idea que para la sociedad en la que sobrevivimos es altamente "inflamable" y "revolucionaria". En un momento de esos de creativa lucidez mental, los mismos que aparecen cuando te dedicas a meditar, divagar, observar o a simplemente no hacer nada, he decido que durante los aproximadamente 50 días que espero dure mi camino, no contestar a ningún correo, o SMS de índole personal, de mi gente, de ese estrecho círculo que en teoría, pero no siempre en la práctica, quiere realmente saber como me va, como me siento y como estoy. Y no, no os pretendo hacer ghosting, prometo que a la vuelta, cuando os vea, os contaré, veis, otra excusa perfecta para tomar un buen café. En que momento de la "involución" humana hemos cambiado los "likes" por la admiración directa y personal, los "fueguitos" por un "me encantas" mirándonos a los ojos y los "comoestasbien" secos y vacíos, por un verse o por un llamarse durante el rato que haga falta. Si supieseis como cambia la historia... Misma historia que nos recuerda que antaño el sonido del télefono fijo de las casas era motivo de record mundial de los 100 metros lisos, reconocimiento que se otorgoba a aquel o a aquella que había tenido la inmensa suerte de descolgar esa mágica llamada envuelta en sorpresa y misticísmo ante la duda de quien sería esa persona que se había acordado de tí y que queria dedicarte un ratito de su valioso tiempo. ¿De verdad tan ocupados estamos como para no sacar un ratito de esos cada vez que nos apetezca para saber realmente como está esa persona a la que supuestamente queremos? En mi último año lejos de casa sin whatsapp ni redes sociales he experimentado una sensación de conexión y cercanía que jamás nunca antes había sentido aún teniendo a mi gente físicamente mucho más cerca. La cantidad de interacciones obviamente ha disminuido, pero es que probablemente tuviese que ser así para valorar el posterior y emocionante encuentro, pero es que la calidad, que es donde está la magia y donde está el secreto, ha aumentado de forma exponencial. Conversaciones con mamá, con papá, con mi hermana, con titos, primas, amigos y amigas donde simplemente en el tono de voz ya intuyes si ese "bien" es real y sincero, o una rápida y recurrente escapatoria mas para no enfrentar o compartir tus momentos, emociones y pensamientos. Me niego rotundamente a partir de ahora a quedarme en la superficial capa del "bien, como siempre", sin sazonadores ni aditivos; y me autodeclaro firmemente "república indpendiente" de querer saber o querer que sepan honestamente, con el corazón en la mano, como estás tú, o como me siento yo, sin filtros, sucedáneos ni banalidades. Y no, no es invasivo, no coarta tu libertad, ni tampoco atenta contra tu espacio vital, porque en una llamada también está el derecho a no coger para devolver en otro momento, hacerlo despúes si es necesario, también es sano, pero que sea, y ya que lo es, que sea real. Volvamos a llamar joder, y si es para simplemente quedar y verse, todavía mejor, porque aunque nos hayan vendido lo contrario, lo de "el todo a golpe de un click", es una farsa y un ladrón de tiempo, oro verdadero que malgastamos a velocidad de la luz y en lo insustancioso, ya que luego, cuando las redes nos atrapan, nunca es solo un click... Y aprovechando esta mención especial del inicio y esta sinergia de contenidos quiero dedicar esta típica reflexión de tarde de verano en la que la etapa del Tour de Francia es un "trocolo" infumable a mi guía física, mental, emocional y espiritual por haber sido también una de las primeras patrocinadoras de esta maravillosa locura que se viene en los próximos días... ¡GRACIAS!