SAN GORRINO Y SANTA PUERCA
Hay cuatro detalles de toda esta experiencia que me están tocando especialmente las narices.
La primera, el vertedero ilegal en el que se han convertido las cunetas de nuestras carreteras, pareciera que tenemos algo en contra de ellas para cargarlas históricamente con tanta miseria humana.
¿Tan sacrificado es dejar la "latita" en el mismo posavasos donde la llevas mientras la disfrutas para luego una vez llegado a destino o a parada en el camino tirarla donde corresponda?
Después está lo de las bebidas, barritas y geles energizantes para "deportistas", y lo pongo entrecomillado porque el deporte desde Olimpia conlleva unos valores, el primero de ellos de respeto, por el rival, pero también por el entorno del que tanto dependemos para sentirnos un ratito al día, fuertes, capaces y libres.
La que quizá más me duela, ya que considero que es la estocada definitiva para nuestro planeta, es la de los restos de desayunos y meriendas de los más peques, a los que llevamos a la naturaleza para alardear en redes de educación al aire libre justo antes de dejar nuestra mierda de huella en el paraje que nos ha dado el falso instante perfecto.
Y por último, la reflexión del día...
Llevo un par de jornadas caminando en el límite geográfico entre Andalucía y Extremadura, dehesas con alta presencia de encinas, marranos y ermitas.
Y es curioso como al acercarme a estás últimas la cantidad de residuos que me encuentro crece de manera considerable, entiendo que debido a las populares romerías que llevan a sus fieles hasta ellas.
Y yo me pregunto:
¿Qué opinará DIOS, a ese que tanto amor, admiración y respeto le procesais de que con la madre tierra no hagáis gala de esos supuestos valores universales?
Yo, nuevo enamorado de la espiritualidad laica, entiendo y creo, que todos esos bonitos y necesarios valores iniciáticos se demuestran andando, en el día a día, con humanidad sin exepciones, ante todo ser vivo, y por encima de todas las cosas, cuidando este hogar prestado por esa fuerza superior y creadora a la que cada un@ le puede poner el nombre que quiera y que está en cada un@ de nosotr@s y en todo lo que nos rodea.
En fin, que esto es lo que ha salido hoy, y tendrá mucho sentido o poco, pero así es como lo siento. Además, por estos lares, todo lo que tenga que ver con el cerdo y sus andares...
Así pues, dicho todo esto, se queda el marco perfecto para hablaros del patrocinador de la etapa de hoy, la mejor carnicería de Granada y alrededores, donde la calidad y el inmejorable trato se sirven en el mismo plato.
Gracias Mari, y gracias Esteban.
Por cierto, como Jesús acertadamente predicaba, hagámonos nosotros con el ejemplo, y demos las gracias a dios o al universo por estos regalos que nos hace cada mañana con el nacimiento de un nuevo día, cuidando el escenario de tan omnipresente obra de arte.
Somos más guarros...me mata el incivismo la verdad. Buen Camino sobrino, besazo fuerte!
ResponderEliminar