¡APAGA LA PUTA TELE!

Una casita en mitad de la nada, de una planta, con huertecito, chimenea, barbacoa, pozo, sin internet, ni televisión, con una buena zarza para ponerme como el niño que come moras, donde la trasera me regale fugaces amaneceres, y el porche, eternos atardeceres... No me extraña que los problemas de salud mental hayan aumentado un 20%, que se sepa, en España en la última década, poco me parece. Resulta, que después de una etapa de re-conexión total, donde el verde por fin ha sido el tono cromático protagonista, el sol y la sombra jugaban a ver cual de amb@s me proporcionaba más placer sensorial en su riguroso turno, el murmullo del agua, el susurro del viento y el piar de los pajarillos orquestaban para mi en tan bello auditorio y el paisaje se hacía sensualmente atractivo a los ojos de quien ama el contraste de colores y lares pero andaba algo aturdido por tan extensa monotonía visual y cognitiva... Al llegar a una aldeita auténticamente castellana de la Sierra de Béjar, llamada La Calzada de Béjar, valga la redundancia, donde todo era silencio, paz y armonía, al entrar al único y castizo bar del pueblo... ¡La puta tele haciendo un desagradable y depresivo ruido! ¿Qué tienen de menú del día? Pues mire, para beber, un desafortunado y triste accidente de funicular en Lisboa que ha dejado 16 muertos, que abre portadas, diarios e informativos, a diferencia de las 1200 víctimas de un terrible terremoto en Afganistán que tristemente también, ocupa el séptimo u octavo lugar en la parrilla de noticias destacadas del informativo, como los resultados de los equipos de capital de provincia que no jugaban en categoría profesional en la ronda del carrusel deportivo. Muy por detrás del aperitivo, que para abrir boca no está nada mal, el cual, en una mezcla de despotismo y arrogancia a modo de chiste barato, van un ruso, un coreano y un chino con una sonrisa malévola y socarrona hablando de alargar sus vidas hasta los 150 años, ojalá no lleguen a tiempo ante tal involución antinatura, mientras sus conciudadanos y los de enfrente se mueren de hambre, de pena, de sometimiento y en guerra. Como primer plato tenemos, el panfleto nuestro de cada día en la política nacional, tú más, no tú, pero tú primero, si, pero durante menos tiempo, vergüenza ajena, fatiga y sobre todo, que aburrimiento. Y como plato estrella hoy toca, la prueba flagrante del aberrante delito, el mafioso sistema del poder sentándose a la abundante y recargada mesa, la mayor y más mezquina hipocresía al servicio del amor, la paz y la libertad de todo ser humano según la biblia, el genocida, criminal de guerra y asesino Benjamín Netanyahu siendo recibido por su "santidad" en la más opulenta y exuberante casa de Dios, la Ciudad del Vaticano, otro resort de lujo construido sobre los cimientos de la barbarie. Pues eso, que sigo mi camino, andando, reflexionando, sintiendo, leyendo y escribiendo, para espero, más pronto que tarde, salirme de la tangente y escapar por las buenas de esta realidad enfermiza y demente.