DIBUJANDO MI CAMINO
En un papel en blanco que cada día le arranco al calendario antes de que nadie se levante a fecharlo. Hace varias fechas que no se en que dia vivo, solo siento que lo estoy, y que coleando, me ando Iberia de punta a rabo, sin ansiar la punta ni añorar el rabo. Mal me haría si me despistara contando o descontando kilómetros, horas o días...Sería inasumible para una mente que intenta entre pensamiento y pensamiento colarme de forma sutil la forma idónea de controlar y asegurar la propia, heredada y arraigada supervivencia.
Este camino que no tiene principio ni fin, ya que es parte del mismo que transité hasta llegar aquí, y el cual continuaré, a pesar del alcanzar de la tierra su acantilado final.
Ahora, lo único que tengo, lo invierto en tiempo, apostando a valor seguro, para hacerme regalos que duran un momento pero que perdurarán para los restos y los siglos de los siglos...
Aquí, desde el Huerto de Calixto y Melibea detengo el flujo de la escritura para que sea eterno.
Me encuentro donde el resto de paseantes se pierden, donde manipulo las manecillas del reloj de la Catedral Nueva de Salamanca para ampliar la franja del turno de visitas de Celestina, para que haga su magia, y que todo el amor que voy asesorando en la mochila pronto se expanda, se derrame y se comparta, por si no hubiese un mañana.
No se lo que queda, tampoco se lo que llevo, solo se que tengo un viaje de vuelta que es susceptible al cambio. Que sería de este tránsito sin la incertidumbre, el dejarse llevar, la transformación y el sentido contrario.
Tú vuelve....😊😘
ResponderEliminarLo importante; ¿ha caído ya el bocadillo de Jamón de Guijuelo? Campeón!!!
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