¡GRACIAS ABUELO INDURAIN!
Dice el refranero que más sabe el diablo por viejo que por diablo. Ayer me senté a la mesa con un diablillo que apenas superaba el metro y medio de altura y los cincuenta kilos de peso, portador de cuatro canas rebeldes, faltonas y polarizadas como la sociedad misma, dejando un centro despejado pero abarrotado de simples e interesantes reflexiones. Alejandro, un soriano que justo ayer cumplía 80 años en mitad de una nueva y solitaria aventura, acompañado únicamente de su "hierro", como él cariñosamente llama a su inseparable bicicleta. El aniversario portaba su nombre, pero el mayor regaló me lo llevé yo, conocerte y aprender de tu voz de la experiencia. Estas son las cosas del camino, que en lo que va del clarear al oscurecer compartes, caminas, comes y te acuestas con vari@s desconocid@s día tras día. La causalidad y el destino nos quiso sentar a la misma mesa para que sabiduría y curiosidad se retroalimentasen en una experiencia culinaria única. Filosofando sobre la vida aparecieron "los problemas"...¿Qué son los problemas? A lo que el recién estrenado octogenario se auto contestaba argumentando que los problemas no son nada. Si tienen solución, te pones a ello y dejan de ser un problema, y si no la tienen, no hay nada que resolver, por tanto, vuelve a desaparecer el problema. Me encantó, como también lo hizo su postura sobre los avances tecnológicos. Es una pena decía con vehemencia:"los chavales ya no se hablan en el parque, ahora ves a cuatro o cinco reunidos, y todos con el aparatico". "¿Fotos? ¿Para que quiero una foto? Si el momento hay que vivirlo, es para ti, no para quien no está presente. Si lo vives, lo retienes, y si lo retienes, posees el poder de contarlo". Y así, un sin fin de cavilaciones a cual más sencilla pero más contundente para quien aún está aprendiendo de que va esto de la vida. Ocho décadas de atesorar vivencias, único y verdadero camino a la sabiduría incontestable. Ocho décadas de simplificar problemas, sentido del humor, poco plato, mucho zapato y millones de pedaladas a lo largo y ancho de España. Lo que él no se esperaba pedaleando ayer a la mañana es que un rato después, tres belgas, una búlgara, un vallisoletano y un granaíno de Graná le festejaran soplo a la vela incluido su redonda y especial efeméride. La emoción y la vergüenza se apoderaron de un rostro probablemente falto de cariño y detalles tras la temprana viudedad y la salida lejana del nido de sus hij@s.
Sí Alejandro, todo ese jaleo era culpa tuya, y por supuesto que lo merecías, todo eso...y mucho más.
Gracias amigo, espero con ansia tu llamada.
Gracias también a Teo, el chef de "Me gusta comer", un restaurante de obligatoria parada en Ríonegro del Puente, Zamora, donde se deleita al peregrino con el mejor menú del camino.
Y agradecer también a Laura otra patrocinadora que se suma, desde tierras manchegas, aunque ella ya lo ejerza con su labor diaria, a cuidar de nosotr@s y a cuidar del planeta.
Felicidades 🎉🎉🎉
ResponderEliminarGracias a ti Jorge! Un honor poder colaborar en ti bonita causa. Un abrazo, espero vernos pronto
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