POR PURA PASIÓN

Pasión para mi es ver magia, arte, heroicidad, belleza y grandilocuencia donde otros solo ven matojos cubriendo una porteria abandonada, una roca pintarrajeada,una puerta con tres maceteros y unos peregrinos caminando a la antigua usanza, sin GPS, ni zapatillas máximo confort y con comida y cama cada 15 kilómetros. Una vida sin pasión es una vida a medias carente en parte de intensas emociones, cierto es también, que el pasional exceso puede degenerar en actuaciones indecorosas de las que al cabo del rato te arrepientas, pero eso son efectos secundarios inherentes a cualquier tipo de estimulante vital. A mi la pasión me viene de padre, una herencia de la cual me siento muy orgulloso. Él, estos días, está viviendo mi aventura etapa a etapa con conexiones en directo de minuto y resultado como si yo llevase puesto el mísmimo maillot rojo de lider de la Vuelta a España y estuviese a punto de proclamarme vencedor en la Castellana. Esa forma tan peculiar de comprometerte en cuerpo y alma, y vibrar con las pequeñas cosas, le dan un valor añadido a este paso casi inadvertido y de puntillas que hacemos el común de los mortales por la vida. Si hay otro paso por esta juerga yo volvería a abrazar este superpoder, aunque a veces, como decía antes, juegue malas pasadas. Ponerle pasión a las cosas que haces, sientes, dices y escribes es un regalo que no todo el mundo se atreve a abrir por miedo al ridículo, a la vergüenza, al fracaso, a que no sea recíproco y al que dirán los de la barrera, de tu especial efervescencia. Da igual, son ellos los que se pierden ese climax y ese tocar el cielo con los dedos. ¿Peligro de caída a distinto nivel? Por supuesto, continuo, en cada salto de euforia, pero, sinceramente creo, que nada que merezca la pena carece de algo de riesgo. Contingencia que te puede llevar a no tolerar lo más mínimo las situaciones insulsas, sin enjundia, y eso, creanme, también es un arma de doble filo, ya que si no se acepta que la vida no son siempre fuegos artificiales la frustración será crónica. Aún así, les invito a que vibren lo máximo posible, que busquen momentos, rincones, personas, aficiones y a ser posible trabajos que las hagan vibrar. La pasión capaz de mover montañas, ¿Qué no hará con tu pusilánime experiencia? Gracias papá por ponerle pasión a una simple tormenta de verano o a una nevada copiosa en nuestra querida sierra, y por supuesto, por habérmela transmitido, me la quedo, la regulo, y en mi mochila la llevo. Y gracias por ser mi supporter número 1. ¡Te quiero! 💜