TODO BIEN!

Desde aquella tarde calurosa de domingo de principios de julio en Graná, cuando ante la veraniega inmensidad venidera me puse sobre las teclas a componer un remoto pero no imposible proyecto, hasta este lunes templado de finales de septiembre propiamente atlántico, desde la bella parroquia pesquera finisterrana de Sardiñeiro de Abaixo donde doy descanso a mi ahora quejoso y extralimitado cuerpo, realmente ha llovido mucho, aunque en mi estado de inconsciencia transitoria parece que aquel otro kilómetro 0 de esta maravillosa locura se hubiese desarrollado y plasmado ayer. Pues bien, desde esa liada de saco a la cabeza, todo, absolutamente todo, ha salido inmejorablemente bien. No exagero si os confieso que he hablado muchísimo solo en todo este periplo, también con los animalejos, pero sobre todo, con el universo... Fuerza mayor, omnipresente y sobrenatural a la que rindo culto, fe y penitencias. Y a la cual vengo todo el camino agradeciendo por haber ido apartando ante mi llegada todas y cada una de las piedras del mismo. No se si será la recompensa al esfuerzo o al acto de cuidar desinteresadamente de mis kilómetros cuadrados del planeta, pero tengo que reconocer, que esta vez el karma, se ha pasado medio millar de pueblos, supongo que los mismos que yo he atravesado. Fue Javito, el pequeño de mis primos, el que al subir voluntariamente y sin previo aviso a su cuarto a sacar 9 euros de su ucha para amadrinar los 3 primeros kilómetros de este gratificante proyecto, el que me hizo ver por primera vez que esta fugaz idea bajada rápidamente a tierra tenía todo el sentido del mundo, para mi, para los mayores, para los de mi generación y para los que vienen pisando nuestra huella impresa en esta maltratada tierra. Luego acudieron los medios, y sus redes para atrapar con entusiasmo a propios, gracias por confiar en mi, y posibilitar con vuestro solidario bolsillo esta loca iniciativa, y por supuesto a extraños, toda esa gente anónima, que sin dudarlo ni un instante han colaborado en sus diferentes formas con la idea de un romántico aventurero al que hace rato y medio no conocían, ni tan siquiera esperaban. Todas y cada una de las cosas que han pasado, las que he contado, las que os contaré, y las que me guardaré en mi cajoncito secreto por algún tiempo, han sido tan increíblemente perfectas que me generan un pellizco de nerviosismo en la boca del estómago. Un estómago agradecido al que no le ha faltado el sustento, modesto, como debe ser para un "verdadero peregrino", como me bautizó mi mayúsculo y grato descubrimiento "Andrea el italiano", pero suficientes para cruzar España de punta a cabo, cada bocado de almacenada energía indispensable para retar la inhumanidad del ser humano llevaba vuestra solidaria firma. ¡Gracias! Hasta la frialdad y la impersonalidad del maltratado y ensuciado dinero se ha confabulado con tal muestra de amor incondicional de todas y cada una de las almas involucradas en esta encrucijada para después de llegar a Fisterra y comprar los dos últimos billetes de bus necesarios para mi vuelta a casa dejar la cuenta oficial de "AlpargataSOS" a 0,49€... ¿De verdad no os parece mágico y maravilloso? En fin, que mis mochilas, la física, la psíquica y la espiritual van a rebosar de cosas bonitas y siento la necesidad de seguir agradeciendo durante mucho tiempo todo lo que esta "flipada de las mías" me está regalando. Y estamos en ello, si pestañean o se vuelven a Instagram se lo van a perder. Se viene una de anécdotas graciosas y peculiares del camino. Una de números, para ponerle nombre y apellidos a toda esta sartená de subjetivas reflexiones. Se vienen libros que ido escribiendo en mi mente a lo largo, ancho, solitario y caluroso del camino, si, he dicho libros, en plural, y es que entre otras cosas, el camino te lleva a ese lugar al que deseas ir con todas tus fuerzas pero que en la vida real no te atreves. Se viene un bonito homenaje a nuestr@s querid@s abuel@s con unas increíbles y tiernas fotos que con las que me ha obsequiado el recorrido y a las que intentaré ponerle las precisas palabras que merecen. Y se viene proyecto laboral. Gracias "Pri-Maca", por dar luz a los que caminan a tu vera. ¿A cuantos de vosotr@s os gustaría vivir esta experiencia que yo he vivido? Pues vayan echando eurillos a la ucha y haciendo hueco en sus agendas que en nada, se vienen conmigo de ruta a poner patas arriba nuestras cuadriculadas, monótonas, organizadas y limitantes existencias... ¿Te ilusiona, o te asusta? ¿Caminas, o revientas? Y ahora, voy a seguir exprimiendo al máximo mis últimas horas de descanso, que el camión que me ha pasado por encima tras el seco frenazo pide con clemencia que me pase un ratito más, de la cama al sofá, y yo obediente, le digo que por supuesto, que que más da. Ya vuelvo... Gracias a restaurante La Almadraba por sumarse a este jaleo a las primeras de cambio y sin rodeos, perdón por el retraso, pero es que cerca del mar tenía más calado este delicioso patrocinio. Y una vez más a Jose, capitán de la taberna Gallaghers por abrirme las puertas de su casa en este precioso rinconcito ideal para un placentero y necesario descanso.